KATHYA NINOSHKA Y JLA
ALEJARSE DE LA GENTE TÓXICA TE MEJORA LA SALUD
CUIDADO CON LOS VAMPIROS ENERGÉTICOS
Siempre supe que existía la gente envidiosa, pero nunca imaginé que durante años estuve rodeada de personas así. Cuatro en particular: tres mujeres y un hombre. Los conocí en los años ochenta y los consideré mis amigos. Tres eran de la oficina de Saldaña y una de la prepa de tez blanca y cabello castaño. Lo más triste fue darme cuenta de que nunca fueron realmente amigos.
No eran amigos entre sí, y por un tiempo perdí contacto con ellos. Pero en los últimos años, me reencontré con cada uno, y poco a poco, vi su verdadera naturaleza. ¿Cómo no lo noté antes? Tal vez por inexperiencia, por ser más joven, no lo sé. Sus comentarios pasivo-agresivos, su negatividad ante mis logros, sus críticas incluso a mi físico y mi familia.
Ese reencuentro fue tóxico, pero también revelador. Me permití ver con claridad y alejarme definitivamente, sin extrañarlos. Porque lo que yo extrañaba de ellos, en realidad, ya no existe hoy. Ahora puedo seguir adelante, quedándome solo con los buenos recuerdos, sin añorar nada.
Si sientes que alguien no se alegra de tus éxitos, que minimiza tus logros o siempre encuentra lo negativo en tus proyectos y relaciones, aléjate. No compartas tus proyectos con cualquiera. Solo con quienes realmente te apoyan: tu familia cercana o tu pareja.
Cometí el error de tratar de revivir amistades del pasado. Joaquín me lo advirtió muchas veces: "Cuando dejo de ver a alguien por años, no intento buscarlo. Es algo que ya quedó atrás". Yo no estaba de acuerdo, pero ahora entiendo que tenía razón. Todos cambiamos con los años, y cuando volvemos a ver a esas personas, ya no son las mismas.
Al reencontrarme con ellas, me di cuenta de que ya no teníamos nada en común. Nuestras formas de pensar eran totalmente opuestas y los roces eran inevitables. Así que, sin pelear ni discutir, simplemente me alejé. Sí, los he bloqueado de mis redes y de mi teléfono. No por rencor, sino porque decidí cortar de tajo, por el bien de todas las partes. Les deseo lo mejor, pero hoy en día no tengo la necesidad de soportar a nadie ni nada.
Y me siento libre. Es como si me hubiera quitado un gran peso de encima. Ahora quiero rodearme de personas con las que realmente conecto, conocer gente nueva de forma natural. Personas inteligentes, con quienes pueda aprender y crecer cada día. Porque la vida es demasiado corta para rodearnos de quienes nos drenan. Hoy elijo la paz, la autenticidad y el crecimiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario